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Consumo de té en Chile: más de 400 tazas por persona al año

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Cuando pensamos en bebidas tradicionales de Sudamérica, solemos imaginar café o mate. Sin embargo, Chile se ha consolidado como una de las naciones más tea lovers del planeta. Hoy es el cuarto mayor consumidor de té per cápita en el mundo, superado solo por Turquía, Irlanda y Marruecos, y ocupa el primer lugar en América Latina.

Los datos son contundentes: cada chileno consume en promedio más de 400 tazas de té al año, y el 90% de los hogares incluye esta infusión como parte de su rutina diaria. Más allá de una moda, el té se ha convertido en un símbolo cultural y en un mercado con gran proyección económica.

Un mercado en expansión

El crecimiento del consumo de té en Chile se refleja directamente en las cifras del comercio:

  • En los últimos años, las importaciones de té aumentaron un 30%.
  • El mercado nacional alcanzó los 235,6 millones de dólares en 2024.
  • Las proyecciones de Euromonitor y la FAO estiman un crecimiento anual del 2,2% hasta 2034.

Estas cifras convierten a Chile en el mercado más importante de té en Sudamérica, y en un caso único de expansión sostenida en la región.

Factores que explican el boom del té en Chile

Tradición histórica

El té llegó a Chile en el siglo XIX, principalmente por influencia británica en los puertos de Valparaíso y Antofagasta. Con el tiempo, el hábito de la “hora del té” se arraigó en la vida cotidiana y terminó desplazando al mate como bebida preferida en buena parte del país.

Costumbre cultural

Hoy en día, el té no solo acompaña desayunos y meriendas, sino que forma parte de reuniones familiares, laborales y sociales. Su versatilidad y precio accesible lo convirtieron en la bebida infaltable en la mesa de los chilenos.

Diversificación de la oferta

El consumidor chileno actual ya no se conforma con el clásico té negro en bolsitas. Cada vez hay mayor interés por tés verdes, blancos, oolong, blends con frutas, hierbas locales y productos premium. La sommelier Solange Treguear recomienda ofrecer al menos seis variedades distintas para responder a las nuevas exigencias del mercado.

Oportunidades para emprendedores y la industria

Este escenario representa una gran oportunidad para el emprendimiento gastronómico y comercial. La expansión del mercado abre espacio para proyectos como:

  • Teterías especializadas con experiencias sensoriales.
  • Marcas locales de té en hoja con blends innovadores.
  • Productos de valor agregado: té en cápsulas, listos para beber, infusiones frías.
  • Exportación de marcas chilenas hacia mercados vecinos donde el té aún no es fuerte.

El té se proyecta como un sector con potencial para generar empleo, innovación y nuevas formas de consumo vinculadas al bienestar y la salud.

Chile en el contexto global

El consumo chileno de más de 400 tazas per cápita lo ubica en la élite mundial, por encima de países con tradición centenaria en el té, como Japón, China o India, donde el consumo es elevado en volumen total pero menor en proporción a la población.

Esto convierte a Chile en un mercado atractivo para productores y distribuidores internacionales, que ven en la nación sudamericana un punto estratégico para expandir la cultura del té en el continente.