En muchos establos y zonas rurales del Perú y otros países, los ganaderos observan que sus vacas comen tierra. Este comportamiento inusual no es un simple capricho del animal, sino un signo de deficiencia nutricional que puede afectar su salud y producción.
A este fenómeno se le conoce como pica o alotrofagia, y se presenta cuando el ganado busca en el suelo los minerales que su dieta no le proporciona.
Principales causas por las que las vacas comen tierra
1. Deficiencia de minerales
La falta de minerales esenciales como fósforo, calcio, sodio o magnesio es una de las causas más comunes.
Cuando estos nutrientes son insuficientes en la dieta, la vaca intenta compensarlo comiendo tierra o materiales no alimenticios.
2. Falta de alimento suficiente
En temporadas de sequía o escasez de pasto, las vacas recurren a la tierra para buscar restos vegetales o micronutrientes naturales.
Este comportamiento se intensifica cuando la dieta es pobre en proteínas o energía.
3. Déficit de fibra en la alimentación
Una ración con poca fibra puede alterar la digestión y provocar ansiedad alimentaria en el animal. La vaca busca tierra o incluso madera para saciar esa necesidad ruminal.
4. Cambios fisiológicos
Durante la gestación o el posparto, las vacas pueden experimentar una mayor demanda de minerales. Si no se cubre adecuadamente con suplementos, es común observar este comportamiento de pica.
Riesgos y consecuencias del consumo de tierra
Comer tierra puede parecer inofensivo, pero en realidad puede traer graves consecuencias para la salud del ganado:
- Deshidratación por bloqueo del sistema digestivo.
- Pérdida de peso y baja producción de leche.
- Riesgo de intoxicación o parásitos, ya que el suelo puede contener bacterias, huevos de parásitos y contaminantes.
- En casos graves, puede provocar muerte del animal por obstrucción intestinal.
Cómo evitar que las vacas coman tierra
1. Suplementar con minerales y vitaminas
Es recomendable proporcionar un suplemento mineral balanceado que cubra las necesidades de fósforo, calcio, sodio y otros elementos esenciales.
También se pueden usar mezclas minerales en polvo o bloques lamibles para que las vacas se autorregulen.
2. Revisar el balance nutricional de la dieta
El alimento debe contener una proporción adecuada de fibra, proteínas y energía.
El ganadero puede apoyarse en un especialista en nutrición animal para ajustar la ración diaria según la etapa productiva del ganado.
3. Uso de bloques de sal para vacunos
Los bloques minerales o de sal son una forma práctica y económica de evitar deficiencias.
Estos aportan sodio, fósforo y microelementos que mejoran el metabolismo, la digestión y el apetito.
4. Monitorear el comportamiento del hato
Observar si varias vacas presentan el mismo comportamiento puede ayudar a detectar una deficiencia generalizada en el establo.
Una intervención temprana evita pérdidas económicas y mejora la productividad.